La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tuvo la respuesta sarcástica perfecta ante la última propuesta polémica del presidente electo de EE.UU., Donald Trump: cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América.” Durante su conferencia matutina, de pie frente a un mapa del siglo XVII, respondió con ironía que si de cambiar nombres se trata, entonces América del Norte debería llamarse “América Mexicana”, haciendo referencia a un documento histórico de 1814. Su comentario rápidamente se volvió viral en redes sociales, y muchos lo vieron como una forma inteligente de desafiar la retórica de Trump.

Personalmente, me encanta la idea de América Mexicana. Al final del día, todo el continente es América, no solo Estados Unidos. Todas las personas nacidas aquí, ya sea en México, Canadá o Argentina, somos americanos. Sin embargo, más allá del humor, Sheinbaum enfrenta desafíos serios con Trump, especialmente en temas de comercio e inmigración. Aunque ha advertido que México respondería a posibles aranceles con medidas similares, también ha mostrado cierta flexibilidad en cuestiones migratorias. Este cruce de declaraciones podría ser solo el comienzo de una relación política intensa entre ambos líderes, y será interesante ver cómo evoluciona en los próximos años.